viernes, 14 de enero de 2011

Un desvío en mi camino profesional

Un desvío en mi camino profesional

martes, 13 de julio de 2010

Dos meses y …¿Dónde está el Jefe Diego?

13 de Julio de 2010


A dos meses de lo que se anunció como la desaparición del jefe Diego, posteriormente un confirmado secuestro, ¿dónde están las autoridades?, ¿los medios?, ¿la clase política?.

Tras el secuestro de Diego Fernández de Ceballos el 15 de mayo en el rancho La Cabaña, Querétaro, lo único que sobresale en este caso es el silencio, siendo uno de los personajes más relevantes de la política mexicana, el Jefe Diego hoy desaparece…pero de la mente de todos. La única respuesta que se ha dado es la suspensión por parte de la PGR, anunciada desde el 26 de mayo, en la investigación y la preferencia de la familia por la no intervención del estado y manejar la negociación con los secuestradores mediante una empresa privada.

Estamos a dos días de que se cumplan dos meses sin saber de él, y cómo sociedad lo mínimo que se le exige a las autoridades es hacer su trabajo, ¿tanto revuelo por el caso de la niña Poullette y nada por el de un gran político?, a cualquiera le parece ilógico y raro.

La PGR debería estar investigando, por lo menos hacer lo posible para encontrar los hechos relacionados, ningún evento de este tipo se da aislado, obvio hay un porqué y una vinculación, el ejemplo esta en aquella declaración dada por Fauzi Hamdan, ex senador y actual rector de la Libre de Derecho, a 19 días de la desaparición, en la cual afirmó al programa radiofónico de Carmen Aristegui, respecto al secuestro; “fue un grupo de poder muy importante en el que se ve claramente, por todas sus acciones externas y señales, (que tiene) un gran poderío, una gran organización, de grandes recursos. No sé si haya algún contenido ideológico en este grupo, pero podría haberlo”. ¿Por qué no tomar esta versión en cuenta?, y peor aún dejarla de lado.

Una vez más se reafirma la fuerza y tamaño de los delincuentes por encima de nuestro gobierno y las autoridades competentes (o tendría que prefijar –in). La preferencia de la familia por mantener el caso en manos de lo privado muestra la confianza depositada en otros y no en nuestra ley.

A pesar de ello la supuesta negociación para la liberación del ex candidato presidencial había llegado de los 50 millones de dólares a los 30 millones, según allegados a la familia, ahora si existe de por medio ya esté convenio, ¿por qué los secuestradores siguen sin liberarlo si es que sólo se trata de un secuestro por dinero?, reitero, no es un hecho aislado, pues una de las causas que se dicen es la venganza por un millonario litigio incumplido por su despacho, donde están involucrados un grupo de empresarios relacionados con el narco de Quintana Roo, esto de acuerdo a la inteligencia militar de México y EU.

Un punto más es el chip que los secuestradores le retiraron a Diego Fernández tras su secuestro en el rancho La Cabaña, dentro del municipio Pedro Escobedo, Querétaro, cómo es posible que este tipo de dispositivos que supuestamente son para la seguridad de los funcionarios, los delincuentes sabían perfectamente de él, lo que pretendió ser en algún momento un hecho para el resguardo de la seguridad durante la gestión de Rafael Macedo de la Concha, resultó inservible.

Ahora, ¿el papel de los medios?, por más que la familia haya pedido discreción, todo frente a ello se ha manejado en una burbuja, ¿dónde quedó la labor de informar?, parece estar sesgada o delimitada. Que fácil es decir “no tenemos información alguna para dar a conocer”, pero dónde esta esa presión que suelen hacer cuando se trata de otros temas.

Hace falta mayor debate, poner atención en el tema y tomar conciencia del nivel de situación en la que estamos envueltos. Esto no quiere decir que así se va a hacer que los secuestradores devuelvan al Jefe Diego o impedir su posible asesinato, pero podrá poner en alerta a nuestro gobierno, que al parecer lo que más les importa en este momento son las elecciones y prepararse para sus mandatos.

La sociedad no se debe quedar callada frente a tantos hechos y por lo menos hacer ver que aquí estamos y si no nos movemos el narco, la politiquería, los desastres, la pobreza… en fin todos nuestros problemas como país terminaran por matarnos.

Bueno eso es lo que opina una ciudadana más del país en el que todo y nada pasa, México.

Nallely G. Orozpe


jueves, 18 de marzo de 2010

El periodismo

En sus inicios la labor periodística comenzó como parte esencial de la vida social del ser humano, casi como una necesidad, todo con la simple tarea de saciar la avidez de información del común de la gente.

Tal como lo menciona Carlos Marín en su libro Manual de periodismo, “el periodismo es una forma de expresión social sin la cual el hombre conocería su realidad únicamente a través de versiones orales, resúmenes, interpretaciones, relatos históricos e anecdotarios”[1], es por eso que el informar tiene que tener una base que cumpla con los requerimientos para que la gente se entere de una forma vasta sobre los acontecimientos que le rodean.

Esos requerimientos se basan en “la búsqueda de información, el procesamiento y la difusión de los hechos, así como su valoración” haciendo de ello una disciplina “básicamente intelectual.”[2]

La necesidad de estar informado deviene del interés del ser humano por conocer, por formarse una explicación desde la propia existencia humana hasta las relaciones que se dan entre el medio ambiente y con los semejantes, surgiendo así la repercusión de los otros en la vida propia. Es por eso que “quienes se dedican al ejercicio del periodismo responden a las preguntas esenciales: qué, quién, cómo, cuando, dónde, e idealmente porqué del acontecer humano.”[3]

La labor de un periodista siempre será recopilar información, enterarse, investigar, estudiar, conocer, todo con el propósito de mostrar a la sociedad los hechos que son de interés común desde lo local hasta lo mundial. Para ello es necesariamente indispensable expresar con veracidad y objetividad.

Aquella veracidad y objetividad se ha visto fracturada al pasar de los años, el periodismo ha cambiado, en la actualidad existe una total confusión en cuanto a qué es y qué no es periodismo, basándose desde la libertad de expresión hasta la invasión de la vida privada.

Los medios de comunicación son esencialmente el canal del periodismo, actualmente en mayor medida la gente se informa por televisión como medio principal, seguido de la radio, dejando al periódico atrás sobre todo por la poca demanda del público que considera que el informarse es más fácil a través de imágenes que además supone menos esfuerzo físico y en ocasiones económico.

Cada medio tiene sus ventajas y desventajas, la radio por ejemplo siempre se ha caracterizado por su rapidez y su omnipresencia además de que puede ser escuchado al mismo momento de la realización de otras actividades, sin embargo recepción de la información es un tanto pasajera pues es más probable que se olvide con el tiempo.

Por otro lado la televisión cuenta con el recurso trascendente de la imagen la cual es captada por el cerebro humano haciéndola más retenible y fácil de relacionar directamente con el hecho, pero tiene horarios exactos que obligan al espectador a adecuarse a ellos.

la información en televisión es un tanto coartada por la empresa que la trasmite ya que en la mayoría de las ocasiones responde a intereses propios, y tratándose de televisión abierta son pocas las posibilidades que tiene el público para su elección. Otro punto es que tiene horarios exactos en los cuales como espectador te obliga a adecuarse ellos.

Por su parte el periódico goza de la flexibilidad de ser utilizado en el momento que se quiera y releer la información cuantas veces sea necesario para su comprensión e interpretación, lamentablemente en México, los diarios enfrentan un problema de poca demanda.

El periodismo no es exclusivo de la prensa escrita, ni de la radio y la televisión, ahora forma parte ya también del Internet, el cual cuenta con todos los medios conjuntados en uno sólo, es decir, contiene lecturas, audio, imágenes tanto fijas como videos y la posibilidad de archivar por largos periodos los documentos de información requeridos.

Con el desarrollo de la tecnología, el periodismo ha ido evolucionando y se ha tenido que enfrentar a los cambios, pero sin dejar de lado sus principales métodos y función que es informar.

El periodismo se presenta en diversas formas llamadas géneros periodísticos, estos se distinguen generalmente entre sí por “el carácter informativo, interpretativo o híbrido de sus contenidos”[4]

Estos géneros aparecen de una forma fusionada pues unos se nutren de otros, pese a, si es posible distinguir cuál de ellos predomina en su estructura y redacción.

Debido al medio donde se expongan suele cambiar su presentación sobre todo en cuanto a tamaño o duración, es decir, a manera de ejemplo, en la televisión una crónica puede tener una duración aproximada de 3 minutos pues se apoya en la imagen y es menos necesaria la aclaración de detalles y en un medio escrito el periodista tiene que hace uso de la descripción de cada detalle para así llevar al lector al lugar de los hechos o mostrar a los personajes a tal grado que se pueda imaginar como son físicamente, llevándose con esto varias líneas.

Ya sea un artículo, una crónica, una entrevista, un reportaje, etcétera, cualquier género supone una previa recopilación de datos, una investigación y una presentación que dé a conocer a la sociedad para que ésta sea captada, procesada y analizada por el público para su utilización.

Así el trabajo periodístico no acaba cuando se dieron a conocer los hechos sino que continúa dejando huella en cada una de las personas que al leer, escuchar o ver la noticia la analizan y se forman una opinión propia que puede o no coincidir con la del periodista, que en ocasiones se convierte en un líder de opinión.

De esta manera el periodismo abarca la vida social ampliamente, debido a ello enfrenta continuamente el dilema de la libertad de expresión, la delgada línea entre lo público y lo privado.

Los periodistas con el objetivo de cumplir con su trabajo se deben en gran medida a la línea editorial de su medio, lo cual los lleva a buscar “la nota”, lo cual en los últimos tiempos se traduce en mayor cantidad de espectadores o lectores que acudirán al medio para enterarse del hecho, todo esto traducido en mayores ganancias para su empresa.

En cualquier tema que incumba a la sociedad los periodistas tienen la obligación de buscar la declaración más fuerte, o la nota más interesante, aquello que ahora en los medios llaman “lo que más venda”, lo cual lleva a los periodistas a llegar más allá de lo público pues para algunos medios lo “que más vende” son las vidas privadas. Este fenómeno se ha dado principalmente en tema de espectáculos donde la vida de los cantantes y actores y gente de la llamada farándula se ve amenazada.

De igual manera no se escapan temas como: la política, lo social, los deportes y otros sectores que en ocasiones también son llevados al límite de la crítica e intentan sacar lo desconocido para crear polémica.

Es allí cuando la ética del periodismo hace su aparición y pone en una encrucijada a los periodistas que por un lado luchan por conservar su trabajo y por otro luchan contra sus propios valores que les puedan impedir cuestionar o investigar cuando se trata de un tema delicado.

Pero no todo está perdido, mucho se debe al medio en el cual se desenvuelva el periodismo, si es bien sabido en cada medio existe una llamada línea editorial a la cual se deben apegar los periodistas, también hay medios en los cuales se da cierta libertad para exponer las ideas e informar con mayor veracidad y objetividad.



[1] Marín, Carlos. Manual de Periodismo. P. 10

[2] Ibidem P. 10

[3] Ibidem P. 10

[4] Marín, Carlos. Manual de Periodismo. P. 62